Celebrar y festejar “AYER Y HOY”
En la época de 1810, las fiestas involucraban sólo a los adultos y giraba en torno a celebraciones sagradas o profanas; en ese entonces era común prepararse para celebrar el Corpus Cristi, las procesiones,
Estas celebraciones religiosas se celebraban en espacios públicos como iglesias, plazas, calles principales, lo que hacía que las personas dedicaran mucho tiempo a su preparación.
Estos preparativos incluían la decoración no sólo de las iglesias y santos, sino de calles y plazas, por lo tanto era necesario contar con muchas flores, música, comida, bebida, pólvora etc.
Los habitantes y pobladores lucían sus mejores trajes, participaban con mucha alegría y alborozo en vistosos desfiles, donde niños vestidos de angelitos eran escogidos para acompañar las procesiones.
También hubo fiestas de carácter profano, como los carnavales donde se hacían desfiles de disfraces, mascaras, música y personajes, durante varios días, en los cuales se representaban acontecimientos históricos o de la vida cotidiana, tradiciones y costumbres de la época.
Años después de la independencia, surgieron otro tipo de fiestas que aún celebramos, como las fiestas cívicas nacionales en las que recordamos momentos especiales de nuestra historia y en las que se representa el inicio de un proceso que con el transcurrir del tiempo permitió dar forma a nuestra República; entre estas está el siete (7) de agosto, día en que se celebra
Hoy en día, aún se reviven en el corazón y en la vida de los colombianos, una gran herencia de esta historia alegre y diversa de la época de
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